Que estés aquí significa que algún cliente te ha solicitado un presupuesto y tú has sentido que la tierra temblaba bajo tus pies, ¿verdad?
Sé cómo te sientes ahora mismo. Esa sensación de ansiedad se cura, tranquilo. La primera vez que a mí me pidieron un presupuesto casi estallo en una carcajada histérica.
Tampoco tenía ni idea de cómo calcularlo. Así que hice lo que me tocaba como persona autónoma y responsable. Montarme una excusa mala y rápida para colgar y ganar tiempo antes de enviar la propuesta.
Con esta investigación me di cuenta de que la manera más efectiva era encontrar un precio hora a partir del que pudiera calcular cualquier servicio.
Pero claro, todavía tenía que calcular mi precio hora y esto era un follón.
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Ponerte precio es un dolor de cabeza
Lo sé y te lo digo por experiencia.
Mis primeras veces preparando presupuestos me daban ganas de vomitar. Eran una de esas veces en las que pensaba con lo a gustito que estaba yo trabajando para otro...
Además, como no tienes ninguna referencia simplemente das cantidades al azar. Yo me sentía como en un bingo. Lo mismo pedía 50 que 500 sin ningún criterio.
Si me preguntabas en el momento apropiado te podías llevar una ganga.
Utilizaba criterios tan profesionales como la corriente del viento o sumarle 100 euros a mis propias ideas. Total, si no se quejaban es que estaba bien.
Y aunque ahora parezca un poco extraño contar estas anécdotas, la verdad es que por aquel entonces me provocaban muchísima ansiedad.
Supongo que igual que a ti.
¿Quieres quitarte dolores de cabeza? Apuesta por tu precio hora
Existen muchas posibilidades a la hora de determinar cuánto cobrar por cada trabajo.
Una de las más habituales es copiar el precio de otros copywriters. Pero, ¿sabes qué? A mí no me termina de convencer.
Después de todo, tú no sabes cuál es su situación o qué les cuesta más o menos realizar.
Y sí, para mí también fue la primera opción. De hecho, me llegué a preparar un excel con los precios de todos los copywriters que encontré y calculé una media para que fuera la que yo pidiera por mis servicios.
A ese Carmelo Beltrán ingenuo hay que quererlo, porque este método solo sirvió para que yo trabajaría lleno de dudas.
De todas las posibilidades que tienes, preparar tu precio hora es la puerta a tu salvación.
Con ese dato podrás enfrentarte a cualquier reto de la manera más eficaz, así que aprovéchalo.
Pero, claro, necesitas muchos datos. Precio, horas… parece más complicado de lo que suena.
Toggl: la mejor herramienta para medir tu precio hora
Si estás buscando una herramienta que te permita llevar una cuenta fácil del número de horas que trabajas, Toggl es la más interesante.
Ahora mismo yo no la estoy utilizando para mi proyecto principal, pero sí que lo hago en mis colaboraciones con la Agencia de Comunicación de Álex Izquierdo, por ejemplo.
Es tan fácil de utilizar que asusta. Tan solo necesitas darle a un botón y empieza a contar el tiempo que dedicas a cada tarea.
Eso sí, después te tienes que acordar de pararlo, que a mí más de una vez se me ha olvidado….
Por qué elegir el camino de los precio hora
Porque es el camino que te permitirá crear un presupuesto para cualquier tipo de cliente.
No tendrás que preguntarte por si es A o B, sino cuántas horas te llevará.
De ese modo, podrás consultar en Toggl el tiempo que le has dedicado y podrás empezar a trabajar.
Conclusiones: ¿preparado para presupuesta?
Cuando empezamos todos tenemos problemas sobre cómo trabajar nuestros precios, pero tenemos que encontrar un método con el que nos sintamos cómodos y podamos actuar.
El precio hora se adapta a cualquier situación.
Por eso te lo recomiendo. A mí me salvó la vida y me permitió poder mirar a los ojos a un cliente y pedirle un presupuesto que se adapte a cada caso concreto.