Don Draper y el Copywriting

¿Quieres ser copywriter? ¡Olvídate de Don Draper!

¿Sabes qué es lo único peor de que nadie entienda a qué te dedicas? Que te pregunten si es parecido a lo que hacía Don Draper en Mad Men.

Porque sí. Cuando Don Draper se presenta dice que es copywriter. Y, claro, yo soy copywriter. Y tú que estás leyendo esto probablemente también lo seas o quieras serlo.

Qué follón, ¿verdad?

Porque si has visto la serie y ya te has peleado con los textos de algunos clientes, estoy convencido de que se parece en poco.

Es cierto que hay días que dan ganas de darse a la bebida. Pero cuando lo haces los textos no salen igual de bien.

Así que si estás preparado para ser copywriter, pero quieres quitarte de en medio al amigo Don Draper, sigue leyendo.

¿Necesitas ser un borracho para ser un gran copywriter?

No. O por lo menos eso creo. Ni yo ni ningún copywriter que conozca está siempre con la botella en la boca. 

Aunque todo sea dicho, igual alguna noche poco inspirada una cervecita —una— te puede ayudar más de lo que piensas.

Sin embargo, lo que te quiero asegurar es que no somos unos borrachos que buscamos la inspiración en la botella. 

Los resultados están en el trabajo. En dar cada día todo lo que tengas para conseguir el mejor resultado posible.

¿Cuáles son los problemas que presenta Mad Men?

Presenta una realidad que no es realidad:

  • Poca investigación.
  • Mucha inspiración.

La verdad es que cualquier copywriter que trabaje solo de esta manera está abocado a no conseguir nada.

Y cuando digo nada, me refiero a nada de nada.

Creo que les sucede lo mismo a los escritores. En las películas y en las series de televisión se vende una imagen que, simplemente, es mentira.

Se les presenta como a unos profesionales que solo trabajan cuando las musas llegan. Y nada más lejos de la realidad.

Un escritor —como un copywriter— necesita sudar mucho para conseguir un buen resultado. Por tanto, la única manera de que tú hagas un buen trabajo es que también te comprometas con esta parte.

¿Hablamos de la parte de la investigación?

Como te decía más arriba, es un punto fundamental. Sin él te aseguro que estás abocado al fracaso.

Mira.

Existen dos tipos de investigaciones:

  • Investigación interna. Obtienes toda la información necesaria de la mano de tu cliente. Él es el mayor experto en su producto y servicio.
  • Investigación externa. Desde la competencia hasta el sector en sí. Te ayudará a manejar la situación.

Toda la información que obtengas en esta parte del proceso es la que de verdad te ayudará a conseguir los resultados que esperas.

¿Y sabes qué sucederá?

Que habrá un momento que algo te haga clic en la mente. Un instante en el que empieces a sentir que conoces a tu cliente más que a ti mismo.

Ahí empezará todo a unirse para conseguir el resultado que tanto estás persiguiendo.

¿Abrumado? Es normal

Mira.

No lo conseguirás a la primera. Quiero que lo tengas claro desde ahora mismo porque te vas a ahorrar muchos lloros.

Créeme. Yo he llorado mucho con esto.

Para poder realizar el mejor trabajo posible se necesita un proceso y un trabajo consciente de mejora.

Escúchame.

Quiero que te veas con un escultor. 

Lo primero que tendrás es una roca enorme. Esa será toda tu información. Ahora te toca cincelar. Escoger aquello que de verdad sea importante y que pueda funcionar.

Poco a poco y con buena letra.

¿Cuáles son las claves que tienes que recordar?

  • No necesitas ser un borracho para ser copywriter.
  • Mad Men solo es ficción.
  • El trabajo es lo que da sus frutos.
  • Investiga hasta que se te caigan los ojos.

¿Preparado?

Apaga las luces. Enciende los focos. ¡Que comience el show!