Durante muchos años de mi vida me he planteado si merecía la pena abrirme Pinterest —sé que te lo cuento como si fuera la decisión más trascendental del planeta, pero nada más lejos de la realidad—.
De hecho, cuando trabajaba por cuenta ajena tenía un compañero que era un auténtico friki. Siempre —y digo siempre— insistía en que lo hiciera. Pero nunca le hacía caso.
Un abrazo, Mario.
¿Por qué?
Supongo que un poco por llevarle la contraria, pero sobre todo porque no me acababa de hacer gracia.
Sin embargo, durante el último mes he empezado a darle un poco más de caña y la perspectiva ha cambiado.
¿Quieres que te cuente cómo puedes sacarle partido como copywriter?
Una biblioteca infinita —o casi— de anuncios clásicos
Mira.
Yo soy de esos que piensa que la mejor manera de inspirarte para redactar un copy es mirar hacia el pasado.
Ha habido muchísimas personas antes de nosotros que han hecho magia con las palabras y pueden ser el clic que necesitamos a la hora de escribir.
Lo sé. George Lois estará orgulloso de mí.
De todos los lugares donde puedes mirar, Pinterest es el más interesante para hacerlo. Hay tanto oro que cada día comparto por Twitter contenidos.
He hecho una pequeña selección para ti…
¿Que si he escrito este post solo para contarte que tengo Pinterest?
Por supuesto que no. Pero sí que quiero que le eches un ojo. Para mí sería un placer.
Además, me encantaría que tú también sumaras anuncios a estos tableros para ayudarme a llenarlos.
Creo que todos podemos apoyarnos con tareas como estas: ¡que los copies permanezcamos unidos!
¿Y tú utilizas Pinterest?
Me encantaría que me dejaras en los comentarios si tú lo empleas y cómo lo haces. ¡Y tu cuenta!
Así encontraré a personas interesantes a las que seguir.
