Preparar un lanzamiento es como ir a la guerra.
Puedes tener muy clara la estrategia, que cuando empiece la batalla… perderás el control.
Salvo que cuentes con un equipo dep rofesionales muy disciplinados y sin miedo a la muerte, poco hay que puedas hacer.
Por eso es tan importante que desarrolles un plan previo de creación de los textos persuasivos para asegurarte de que no hay nada que funcione de manera equivocada.
¿Vemos cómo puedes organizarte?
Te vas a confiar: no tienes tanto tiempo
Una de las primeras lecciones que debes tener claras es que no tienes tanto tiempo como te gustaría.
Sé que a simple vista puede parecer que un mes es tiempo de sobra, pero en cuanto empieces a escribir, surgirán los problemas.
Descubrirás que falta información y que te la tienen que enviar…
Detalles que parecían muy claros desde el principio ahora se cuestionan…
Y una serie de elementos que se repiten una y otra vez, que complican lo que tienes por delante.
—Por no hablar de que, en efecto, escribir los textos de cualquier lanzamiento lleva mucho tiempo—.
De dentro a fuera: empieza la casa por el tejado
No me he vuelto loco.
Esta es la manera real de que puedas sacar tus lanzamientos hacia delante sin volverte majareta.
Uno de los grandes problemas que tienen muchos lanzamientos es que empiezan a escribirse desde la captación.
Y oye, que si vas sobrado de tiempo, mejor para ti.
Como se suele decir, aquí no habría tela que cortar.
Sin embargo, la experiencia me ha enseñado que en estas situaciones es muy sencillo no llegar hasta el final y que cuando todo haya empezado tener que hacer malabares por cumplir con los tiempos.
Si lo haces al revés, todo cambia.
Con el núcleo final ya listo, puedes concéntrate en acompañar los primeros compases del lanzamiento, que será el momento donde todavía tengas energías.
No te costará tanto a nivel energético y anímico enfrentarte a esta situación y, además, tendrás siempre la motivación de que queda poco por delante.
Conclusiones clave: ¿qué tienes que recordar?
Mira.
Un lanzamiento es algo que ahoga.
Agota porque necesitas muchas energías para sacarlo hacia delante.
Siendo así el caso, parece claro que o tratas de hacer las cosas bien, o en realidad, antes de que te des cuenta, te acabará superando.
Cuéntame en los comentarios cómo lo haces tú y dime si hay algo más en lo que pueda ayudarte.