Cuando pienso en el copywriting, recuerdo el carné de conducir.
En este episodio del pódcast quiero contarte por qué.
El mal del conductor que afecta al escritor persuasivo
¿Recuerdas tu primera clase de conducir?
Estabas en tensión.
Tenías que estar pendiente de tantas cosas… el volante, lo que pasaba delante, del cambio de marchas, un profesor que no paraba de decirte cosas…
Parecía que no podías dar abasto con todo. Así que tenías tus cinco sentidos puestos en lo que estabas haciendo.
Pero, ¿qué pasó después?
Que conforme fueron pasando las clases, te sacaste el carnet y empezaste a conducir, cada vez prestabas menos atención y conducía en automático.
Lo que te llevaba a cometer algunas infracciones que en el primer momento no hubieran sido posibles.
Estoy viendo que con el copy suele pasar lo mismo.
Partimos con un montón de criterios, ideas, matices… que jamás hubiéramos roto al principio y que las acabamos rompiendo con el paso del tiempo.
Esa ética que debería acompañaros en esta profesión y que después tendemos a flexibilizar más.
Este es un llamamiento a todos los copies.
Sigamos este marketing ético sin mentiras sin falsas verdades.
¿Quieres escuchar este episodio de Copymelo?
¡Bien!
Si es así, ya sabes lo que toca.
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