¿Te acuerdas de cuando estabas en el instituto o en la universidad y de que por mucho que te organizaras el tiempo siempre acababas apretando en el último momento?
Aunque siempre te prometías que para los siguientes exámenes estudiarías con más tiempo, acababas en la misma situación, ¿verdad?
No te avergüences de ello. No es culpa tuya. Los seres humanos estamos programados para funcionar mucho mejor con presión.
Por ello es tan importante que te aproveches de esta situación a la hora de conseguir los mejores resultados con tu copywriting.
Me confieso: siempre apuro hasta el final con mis clientes
Mira que me empeño en parecer una persona muy organizada por las redes sociales, pero a la hora de la verdad siempre trabajo hasta el último momento.
Si tengo dos días para redactar un copy, tardaré 48 horas. ¿Una semana? 7 días. Los seres humanos somos expertos en extender el tiempo que necesitamos para cada objetivo.
Tanto, que a veces siento que no me pongo las pilas de verdad hasta que está llegando el último momento.
Mal negocio para mí, por cierto.
He aprendido a ponerme límites personales y a picarme para cumplirlos
¿Eres fan de Pokémon?
Seas o no lo seas, te quiero contar una historia.
Los videojuegos de Pokémon son muy fáciles. De hecho, a cada edición lo son un poco más.
Y sí, soy consciente de ello porque siempre acabo por caer y comprándomelos. Estoy atado a ellos por la nostalgia de la infancia y los recuerdos con mi abuelo.
Para tratar de complicar el reto, en internet existe un tipo de fórmula que se llama Nuzlocke.
A grandes rasgos consiste en añadir una serie de normas personales para hacer la experiencia más desafiante.
Y esto mismo es lo que yo he aplicado a mi trabajo de copywriter.
Me desafío cada día como copywriter para dar lo mejor de mí
Como he aprendido que la forma más efectiva que tengo para trabajar mejor es con presión, siempre intento desafiarme.
Por ejemplo, cuando tengo un plazo de una semana para hacer un trabajo, trato de acabarlo en 4 días.
Y si lo consigo me premio por ello.
Puede ser desde un pequeño capricho hasta un día entero de descanso a canjear con mi conciencia cuando lo necesite.
Pero se trata de una manera de estar siempre dando el 100 % y no quedarme a mitad del camino.
A mí me funciona y estoy convencido de que contigo también lo haría.
Sé que suena a frase de psicología barata, pero tu mente es tu mayor límite. Cuando consigas hackearla estarás mucho más cerca de lograr los resultados que deseas.
La única pregunta es si estarás dispuesto a hacer lo que hay que hacer para lograrlo.