Casi nunca reviso la carpeta de SPAM, pero el otro día me dio por hacerlo porque me di cuenta de que había muchos correos que no estaba recibiendo. Así que quise asegurarme de que no se estaban quedando por allí.
Sin embargo, cuando abrí la carpeta hubo uno que me llamó mucho más la atención que el que estaba buscando. Uno que tenía como asunto una contraseña que había usado hace muchos años.
Tantos, que creo que todavía estaba en el instituto.
Así que como te puedes imaginar, captó mi atención de inmediato y pulsé en el correo.
A: Capta la atención de tu cliente
Hace unos cuantos días hablamos del poder que tiene la Fórmula AIDA a la hora de conseguir resultados con tus textos.
Como te conté, se trata del ABC que cualquier idea persuasiva debería de seguir.
Si te das cuenta, este email lo había conseguido de una forma muy precisa: con una contraseña de hace años pero que, quieras que no, te llama la atención.
PD: Querido estafador, esa es la contraseña que usaba en algún foro de internet. Hazme el favor de borrarme esas cuentas, que dan vergüenza ajena.
I: Despierta el interés de tu cliente
Has captado mi atención, eso está perfecto. Pero… ¿cómo puedes conseguir que me quede mirando lo que tienes que decir?
¡Ahí está parte del gran reto!
En este caso el correo me decía que me había grabado masturbándome con un malware irrastreable.
La verdad es que yo aquí perdí toda mi atención porque sabía que era mentira. Alguien que de verdad te tiene cogido por las pelotas no trata de hacer más fuerte su argumento.
Sin embargo, a la hora de lanzar un disparo a ciegas la verdad es que es buena estrategia. Después de todo, ¿quién no ha entrado alguna vez en páginas así?
D: Desata del deseo de tu cliente
Aquí también jugó bien sus cartas.
Decía el mensaje que «mandaría el vídeo a todos tus contactos» y «que mi pareja no lo vería con buenos ojos» o algo parecido.
Y la verdad es que si te pilla con pocas luces en internet, es muy fácil que un correo así te afecte.
A: La última llamada a la acción
Como buen texto persuasivo, incluía una llamada a la acción.
Si ingresaba no se cuánto Bitcoin en un Wallet de criptomonedas (manda narices, poniéndoselo fácil al chantajeado) borraría el vídeo para siempre.
Parecía casi una carta de ventas con garantía y todo. Y por eso pronto lo analizaremos en directo en el canal de Twitch.
La verdad es que me dio por buscar el texto en internet y vi que era una estafa repetida desde el año 2017.
Como cada día se filtran bases de datos antiguas, la había tomado de algún momento en el pasado.
Así que, simplemente, acuérdate de activar los dos pasos a la hora de hacer el login y cambia tu contraseña cada poco tiempo.
Y ríete mucho de estos pobres diablos.