Clientecentrismo.
¿Has escuchado hablar de este término?
En un mundo en el que se debate sobre si la tierra es esférica o plana, siempre he pensado que existe una batalla todavÃa más importante: mirarnos el ombligo Vs. pensar en el cliente.
Vaya, por lo menos lo es si lo que quieres es vender…
Si sigues leyendo este post descubrirás lo que es el clientecentrismo y por qué es tan importante a la hora de vender.
Vence al dragón: convierte tu web en clientecéntrica
¿Puedes decirme qué ves en la foto?
Sé que no es un estilo artÃstico que sea demasiado fácil de entender a la primera, pero déjame echarte una mano.
- Un héroe.
- Una espada.
- Un dragón.
Eso es todo lo que tienes en ella y todo lo que necesitas ver —aunque te puedes fijar en que están batallando en mitad de un bosque y de un mar embravecido—.
Allà se encuentran todos los secretos del copywriting. ¿Quieres conocerlo?
La manera más eficiente para cerrar una venta con cualquier cliente es que él —el héroe— se convierta en el protagonista y le expliques en cómo tu producto o servicio —espada— podrá derrotar a su problema —dragón—.
Eso es el copywriting.
Clientecentrismo: pequeños consejos para transformar tu página
- Tu cliente es el protagonista. Escribe siempre hablándole a él para que se sienta en todo momento el protagonista de la historia.
- Tú Vs. Vosotros. Si quieres acertar, elige siempre la primera opción. Lograrás una conexión mucho más Ãntima.
- OlvÃdate del YO. Tu producto o tu servicio no importan. Lo que realmente marca la diferencia es tu cliente y cómo se sentirá después de tu paso por su vida.
- Respétalo. Aunque parezca una broma, muchas empresas miran a sus clientes por encima del hombro. ¡Esto no tiene sentido! Háblale como lo que es, un igual.
Un cambio de paradigma: hay que comunicar como en el siglo XXI
Durante mucho tiempo los grandes medios de comunicación le han hablado a la gran masa. en el pasado la personalización era imposible, pero ahora tienes la capacidad de conocer perfectamente quién es la persona que está al otro lado.
Asà que ha llegado la hora de ponerse manos a la obra.
Conoces a tu cliente. Sabes cuáles son sus problemas. Entiendes sus necesidades… ¿asà que a qué estás esperando?
Comienza a escribirle a él o a ella y a nadie más. Si el resto no te va a comprar, no les prestes atención. Ve a por quien te dará el sà quiero.