¿Cuándo fue la última vez que una persona criticó tu trabajo? ¿Cuánto tiempo ha transcurrido desde el último momento en el que alguien te dijo que no lo estabas haciendo bien? Estoy seguro de que no ha pasado mucho tiempo —y de que en más de una ocasión tendrían razón—, así que hoy quiero que charlemos sobre la aceptación de las críticas.
Críticas: el mayor tesoro que te puedan regalar
Aunque pueda parecer lo contrario, no estoy siendo irónico. Lo creo de verdad. Las críticas es el mejor regalo que un trabajador se puede encontrar. En especial cuando sean constructivas y tengan como objetivo que desarrolles con más habilidad tu trabajo.
Escribo estas líneas en el día en el que yo he recibido unas de una compañera de trabajo. Hay que decirlo todo y la realidad es que hoy estaba en una de esas jornadas en las que das un paso y te tropiezas varias veces. Sí, en uno de esos días donde hubiera sido mejor no levantarse a nivel laboral porque parece que hasta te cuesta sumar dos y dos. ¿Eran cinco?
Por ello, mientras trabajaba en el copy de unos mailing me di cuenta de que mi cabeza no estaba donde tenía que estar. No es que estuviera pensando en cualquier otra realidad, sino que le costaba concentrarse porque se encontraba muy cansada para lograrlo, así que intentaba avanzar y concentrarme como un cabezota que se agarra a la única oportunidad que tiene.
De esta manera, y después de haber trabajado durante más tiempo del que hubiera sido necesario cualquier otro día, me percaté de que el resultado no era el que yo hubiera esperado, pero le pasé las palabras a mi compañera para que ella ratificase mi opinión.
Su mirada fue clara desde el primer momento. Estoy hay que mejorarlo. Faltan un montón de detalles y podrías estar hablando de cualquier cosa y no de un piso, como era el caso.
Así que después de que llegaran sus palabras, me marché de nuevo frente a mi ordenador para realizar un trabajo más efectivo.
Analiza las críticas
Si tienes la suerte que tengo yo y disfrutas de una confianza plena con tu compañero de trabajo, la sinceridad será lo que prime en cualquier momento. De tal manera que habréis desarrollado una relación en la que os podáis decir la verdad y las opiniones a la cara sin problema.
Por ello a estas alturas de la vida sus críticas no las veo como un problema, sino como un punto a favor en mi trabajo. Sé que cuando habla me ayudará a mejorar y que si el día se me atasca, me ayudará a continuar.
Creo que es la manera de tomarse siempre las críticas. Son un paso hacia delante. Por tanto, que vengan todas las que hagan falta, que tendremos que cambiar el sino de la historia.