A veces navego por internet solo para pasármelo bien.
Solo que lo hago a mi manera.
En lugar de mirar la prensa deportiva o lugares de cotilleo, yo admiro las páginas web.
Así soy yo.
Sin embargo, desde que se ha impuesto este estilo minimalista —que a mí me gusta mucho—, hay muchas páginas que son demasiado parecidas.
Y me da un poco de pereza, para qué te voy a mentir.
Sobre todo las de inicio.
Por ello en este artículo te quiero contar una idea para darle un poco de amor y toque personal a tu home.
¿Cómo?
Pues con copywriting.
¿Vamos allá?
Índice de contenidos
¿Qué es un conector persuasivo?
Te vas a reír, pero un conector es un pequeño texto que solo tiene un objetivo. ¿Sabes cuál?
Así es.
Conectar dos partes de un texto.
En este caso, dos bloques de tu página de inicio.
Se trata de una estrategia que yo utilizo mucho con mis clientes y en mis propios proyectos.
Funciona.
Le da un toque más personal y humano.
Pero sé que por ahora no tienes ni idea de lo que te estoy contando.
Tranquilo.
Sigue leyendo y te lo explico.
¿Qué tienen de especial los conectores?
Empecé a usar de los conectores para huir de las estructuras.
Parece que alguien ha encontrado el camino de las baldosas amarillas para configurar páginas de inicio.
Y a mí eso me bloquea.
Cuando entro en varias páginas que parecen sacadas del mismo molde me entran ganas de bostezar.
Al final tengo la sensación de que hay demasiada carga en los textos para vender.
Pero es que una página web debe ser más de eso.
¿Que qué significa esto?
Que debería ser como un tobogán.
Un lugar donde el lector se monte y se deslice hacia abajo —abajo está el botón de compra— de manera natural.
Pasándoselo bien y todo.
Creo que es imposible lograrlo sin los conectores.
¿Quieres ver un ejemplo de conectores?
Este es de Copymelo.
Se trata de un texto que está en la primera parte de la página —lo que se ve nada más entrar— y el resto —donde me pongo pesado para vender—.
¿Cuál es su objetivo?
Reducir esa sensación de venta constante.
Es un canto a vamos a bajar el ritmo y a conversar un rato.
El cliente sabe que estás ahí para venderle y tú sabes que ese cliente ha llegado ahí para comprar.
Perfecto.
Pero ahora vamos a olvidarnos durante unos instantes de que todo tiene que ser compra o venta.
Y eso es lo que se consigue con esto.
Charlar.
Bajar la velocidad del primer intento de venta para que cuando ahora llegue a la tabla de servicios esté relajado.
¿Cómo puedes utilizar los conectores persuasivos?
Estoy convencido de que tienes zonas en la página web que parecen sobrecargadas, ¿verdad?
Esos lugares donde la intensidad de la venta es muy elevada.
Ahí los conectores encajarán a las mil maravillas.
¿Sabes por qué?
Porque son frases que unen y que tienen un sentido con el producto.
Te ayudarán a rebajar esa carga, a que el cliente se sienta como en casa y que siga hacia delante.
Ahora que ya sabes lo que son los conectores, te toca ponerte en acción.
Analiza en qué lugares de tu página web ocuparán un rol más interesante y pruébalos.
Seguro que cuando se descargue el contenido de la página todo funciona a las mil maravillas.