En el año 2013 tomé una de las mejores decisiones de toda mi vida: adopté a un perro que se llamaba Koko.
Koko por aquel entonces tenía un añito y yo, 19. Y por alguna razón jamás pensé que llegaría el momento en el que nos separásemos antes de que lo decidiera la muerte.
De hecho, recuerdo tener una novia con la que coqueteé con la idea de independizarnos juntos, pero yo le decía que hasta que no se fuera Koko no lo haría.
Aunque me tuviera que ir de casa con 30.
Como te puedes imaginar, el problema no era Koko, sino la chica. Así que un tiempo después y con otra pareja, me independicé.
Y ya ha pasado bastante tiempo de eso.
Koko se quedó vivivendo con mi madre —porque ella necesitaba mucho más la compañía— y yo me marché a experimentar cómo era eso de la pareja.
Nuevas aventuras para ambos.
Sin embargo, durante todo este tiempo ayudar a los albergues a conseguir más adoptantes siempre fue una prioridad.
Viviera o no viviera con Koko.
Y por eso te quiero contar cómo puedes usar el copy para lograr lo mismo.
Voluntariado: viernes y sábados en albergues de perros abandonados
Durante muchos de los años que pasé en la Universidad, los viernes y los sábados eran sagrados.
Pero no porque me diera por salir por ahí y cogerme cogorzas —que al principio estaba genial—, sino porque era voluntario en un albergue de perros.
Iba a jugar con ellos, pasearlos y, en definitiva, a echar una mano en todo lo que fuera necesario.
Era el mejor momento de la semana, la verdad. Y todavía no me he podido recuperar del día en el que adoptaron a Calabaza.
Sin embargo, llegó un día en el que me fui imposible seguir yendo.
Entre la Universidad y mi primer trabajo como copywriter en una Agencia, no tenia tiempo.
Y esto es literal. Porque iba a clase por la mañana, trabajaba por las tardes y los fines de semana.
Se me había acabado el gusto.
Así que durante un tiempo paré de ayudar.
Hasta que emprendí.
Descubrí que podía ayudar con el copywriting
Aunque te pueda parecer algo lógico, para mí fue una gran revelación.
Descubrí que podía echar una mano con mi trabajo y eso fue mágico.
Desde entonces comencé a ofrecerme a albergues para rehacerles textos de las webs y ayudarles con campañas.
Así fue cómo identifiqué un gran error que se repetía.
Estas páginas webs tenían como protagonista a los perros y a los gatos y eso era un error.
¿Sabes por qué?
Porque lo verdaderamente clave era hacer sentir a esa personas que quería adoptar como un héroe.
Así que me empeñé en trabajar con esa idea.
¿Por qué hay que tomar esta decisión?
Porque al igual que cualquier otro negocio, necesitas que el cliente se sienta el protagonista.
Esta es la única manera de que todo funcione bien.
Para que un cliente compre se tiene que sentir el protagonista de su historia.
En caso contrario siempre se irá porque no sentirá que la web le habla a él.
Y de eso va lo de ser clientecéntricos.
Utiliza todos los textos para romper sus reticencias
Sé que los perros son los más importantes.
Al final del día lo son.
Sin embargo, cuando ese cliente esté dentro tiene que sentirse especial.
Por ello el objetivo es redactar textos orientados a resolver todas sus reticencias.
A ayudarlo de verdad a tomar la decisión.
Pruébalo.
Si te encuentras en alguna clase de fundación u organización o puedes ayudar a una de ellas, inténtalo.
Cuéntame qué tal te ha ido y si tienes cualquier duda, déjamela por aquí debajo.
