—Papá, mamá, quiero vivir de escribir.
—La verdad es que me gustaría vivir de escribir.
—Escribo en tantos sitios porque quiero ganarme la vida con ello.
Risas.
Negaciones con la cabeza.
Sonrisas de condescendencia.
Mis padres. Mis amigos. Mi instituto.
Todos me lo repitieron.
—Vivir de escribir es imposible. Mejor estudia algo que tenga salidas.
Y lo estudié, me gradué en Derecho y Administración y Dirección de Empresas.
Pero desde el primer día supe que ese no sería mi futuro —y a mitad de carrera entendí que existían oportunidades para ganar dinero con las palabras—.
Sin embargo, todos los que me dijeron que era imposible no tienen la culpa de nada.
Mis padres venían de una época donde una de las pocas oportunidades era el periodismo. Y hoy en día es muy jodido desear que tu hijo sea periodista.
Mis amigos nunca vieron las cosas artísticas como oportunidades reales.
Mi instituto siempre buscaba carreras de prestigio para luego poder vender la idea de que eran la leche.
Por suerte, yo estaba viendo algo que ellos no.
Algo de lo que yo era consciente porque desde que tenía memoria me había pasado mi tiempo libre en internet.
Foros.
Blogs.
Páginas web.
Creando contenido durante todo mi tiempo libre por amor al arte… hasta que un día pulsé la tecla adecuada y surgió una oportunidad.
Una pequeña agencia de publicidad.
Un sueldo que no merecía demasiado la pena.
Pero una oportunidad para comenzar a generar dinero con mis palabras.
Fui de cabeza.
No obstante, no es tan fácil como te lo están contando.
¿Cualquiera puede aprender copywriting?
¡Por supuesto!
Pero… ¿cualquiera puede convertirse en un copywriter freelance?
Ni creo que sea posible, ni creo que todo el mundo quiera.
En este mundo tan cambiante se necesita una mente muy concreta para lanzarse.
¿Tú crees que puedes?
