¿Alguna vez has utilizado la etiqueta del nombre de tu cliente cuando has mandado un email?
Sé que parece una idea maravillosa, pero te quiero advertir de algo… tiene más peros que pros.
En este vídeo te quiero explicar por qué ni te hace más cercano ni consigue que vendas más.
Olvídate del nombre y céntrate en lo que cuentas
Mira.
Uno de los principales problemas de estas etiquetas es que pueden fallar más que una escopeta de feria.
¿Por qué?
Porque aunque tú no seas consciente de ello, si no está funcionando todo al 100 % solo te puede dar problemas.
Por ejemplo, imagínate que una persona de tu lista se llama María.
María cuando se ha registrado iba con prisa, así que en lugar de «María», ha escrito «Matía».
La R y la T están al lado. Podría pasar.
Ahora cada vez que le mandes un email será a nombre de «Matía» y no al suyo.
No puedes hacer nada que la saque más de la partida.
¿Cuál es el secreto?
El secreto es escribir de manera cercana.
Olvídate de trucos. Los trucos no llevan a ninguna parte.
Escribe como si de verdad tuvieras delante a esa persona. Léelo en voz alta y cuéntame qué experimentas al escucharlo.
Si para ti suena cercano en esa situación, entonces también lo hará para todos los demás.
¿Te has quedado con alguna pregunta?
Como siempre te digo, me tienes a tu entera disposición.
Si después de escucharme te has quedado con cualquier pregunta, solo me lo tienes que decir.
Así que me quedo por aquí dispuesto a responder cualquiera de tus dudas siempre en menos de 48 horas.
¿Vamos al lío?
