Estrategia Fórmula AIDA

¿Qué es la Fórmula AIDA y cómo me ayudará a captar la atención de tu cliente?

¿Cuántas veces has sentido que tus textos no consiguen captar la atención de tu lector? 

¿Y si te dijera que existen una estructura de copywriting que te permitirá encandilar a tu cliente potencial y que, además, es muy fácil de utilizar? 

¿Quieres descubrirla? Pues sigue leyendo y descubre la Fórmula AIDA.

¿Qué es la Fórmula AIDA y cómo me ayudará a captar la atención de tu cliente?

Estoy seguro de que en más de una ocasión te han contado eso de que escribir es un arte. 

Y yo, por lo menos, no he venido aquí a desmentirte esta afirmación. 

La verdad es que estoy de acuerdo con ello.

Sin embargo —y es que siempre hay uno—, si te soy todo lo sincero que puedo llegar a ser, a esta definición le añadiría un componente adicional. 

La cereza sobre la tarta que deja todo preparado. 

Porque sí, es cierto que la escritura persuasiva conlleva mucha inspiración, pero negar que un componente importantísimo es la ciencia sería faltar a la verdad.

¿Cómo?, te estarás preguntando. 

¿Qué dices sobre ciencia a la hora de escribir? ¡Si esto son letras!

¡Que no cunda el pánico! 

Escribir bonito es un talento, pero ser capaz de persuadir, convencer y enamorar con tus palabras conlleva mucha transpiración detrás. Y yo sé que tú lo sabes.

Porque escribir bien puede llegar a hacerlo cualquier persona, pero disponer de la disciplina de aprender a realizarlo de una manera óptima no es tan común. 

No obstante, si estás aquí eso significa que estás dispuesto a arremangarte y a descubrir los secretos que el copywriting te ofrece a la hora de potenciar tu capacidad de enamorar al cliente.

Empecemos con la Fórmula AIDA.

¿Qué es la Fórmula AIDA?

¿Sabes eso de que a andar se aprende andando? Pues bien, estoy tan de acuerdo con esa afirmación que antes de pasar a la práctica vamos a tocar la teoría, que nos sirve siempre para preparar ese pequeño colchón sobre el que caer en caso de problemática.

La Fórmula AIDA es una estructura de copywriting (ay mi madre, las palabras que tengo que emplear para no repetir fórmula) que ordena y organiza la fuerza del lenguaje con el objetivo de potenciar la capacidad del mensaje de impactar, captar la atención y persuadir al lector.

Si te soy sincero, te tengo que admitir que el primer párrafo de este artículo lo he preparado siguiendo paso a paso las pautas de esta fórmula. Así que si al leerlo has tenido ganas de continuar leyendo (que entiendo que sí, ya que estás por aquí) significa que funciona, ¿no?

Entonces, ¿qué te parece que pasemos a diseccionar cada una de las partes que componen la fórmula AIDA?

Las partes de la Fórmula AIDA que te llevarán a enamorar

Quizá lo que te voy a contar ahora te parezca una nimiedad, pero recuerda que es en los pequeños detalles del lenguaje donde se encuentra la verdadera magia de este. ¿Te has percatado de que AIDA siempre lo he escrito en mayúscula?

Si has estado avispado ya te habrás dado cuenta de que se trata de unas siglas. Y, bueno, en caso negativo, tampoco pasa nada, que te lo voy a explicar igual, así que siéntate, tómate un café con este post y continuemos la fiesta.

La composición de este nombre de mujer significa lo siguiente:

  • A: Atención.
  • I: Interés.
  • D: Deseo.
  • A: Acción.

La letra A de la Atención

¿A qué letra le tendrías que prestar más atención que a aquella que evoca la misma idea? 

El significado de esta «A» es precisamente eso: atención. 

Y te puedo decir una cosa: o pones toda la carne en el asador en este punto o mucho me temo que el resto de los esfuerzos caerán en saco roto.

Cuando te enfrentes a este objetivo tu meta es captar la mirada del lector. 

Necesitas captar la atención de este entre la telaraña de infoxación que existe en internet. 

Para ello tu texto deberá brillar como una estrella huérfana en mitad de una noche cerrara. Que se trate del único lugar que quiera contemplar.

Como te decía al principio, yo mismo he empleado esta fórmula contigo al principio de este artículo. En concreto, ha sido en esta frase: 

¿Cuántas veces has sentido que tus textos no consiguen captar la atención de tu lector?

¿Sabes qué he hecho exactamente con ella? Estamos entre amigos, así que lo mínimo es explicártelo.

Sabes que el objetivo es captar la atención del lector. 

Para ello, una de las maneras de conseguirlo que otorga un mejor resultado es la formulación de preguntas cuya respuesta sepas que será afirmativa, y que, además, estén alineados con la necesidad o el deseo del lector.

Es decir, sé que si le preguntas: ¿te gustaría que las patatas fritas fueran buenas para la salud y no engordaran?, la respuesta sería siempre afirmativa, pero no, es mejor que alineemos estas cuestiones con aquello que le queremos proponer. 

Es decir, la necesidad que golpees tiene que estar alineada con el beneficio que le propongas a continuación.

La letra I de Interés

Si te digo la verdad, a pesar de que la «A» es imprescindible, a mí la «I» me gusta mucho más. 

¿Que por qué? Porque una vez que has captado la atención de tu lector, el siguiente paso es el divertido. 

Ahora necesitas conseguir que esa pequeña chispa de luz se transforme en una tormenta eléctrica que le arrastre por todo tu artículo.

Esta fase de la Fórmula AIDA consiste en despertar el interés de tu lector. 

A partir de este momento el protagonista absoluto de todo lo que escribas y cuentes tiene que ser él y solo él. Por tanto, céntrate en qué podrá conseguir con tu producto o servicio y olvídate de características y de cifras que no le digan nada.

Pero como la mejor explicación siempre son los ejemplos, volvamos al principio del artículo, que te quiero contar cómo he despertado yo tu interés con ese primer párrafo mágico.

En este artículo, la parte que se corresponde con el interés es esta: 

¿Y si te dijera que existen una estructura de copywriting que te permitirá encandilar a tu cliente potencial…? 

Si lo analizas, descubrirás pronto que no te estoy hablando ya de copywriting, sino que el objetivo es contarte cuál es la ventaja que obtendrás de leer este artículo. Es decir, cómo te beneficiará a ti. 

Te estoy brindando la oportunidad de potenciar tus oportunidades de alcanzar a tu cliente. Tú eres el único protagonista desde ese preciso momento.

Sé que he sido pesado en este apartado con esto, pero te lo voy a repetir una vez más. El lector siempre debe ser tu protagonista. 

Que esté por encima de ti, de tu producto o de tu servicio. Convéncele de que su individualidad es mejor contigo. 

La clave de la D y el Deseo

¿Sabes aquello de que el Desembarco de Normandía se preparó para el Día D? 

Imagina la importancia que tiene esta letra si hasta los americanos lo emplearon con tanto arte. Tanto, que lo convirtieron en una leyenda.

Ahora acabamos de alcanzar una de las partes más importantes de todo tu texto. 

Gran parte del resultado que consigas dependerá de que este pequeño elemento del párrafo esté trabajado con mucha precisión. 

De ello dependerá el persuadirle o que sea otro quien acabe enamorándole.

Recuerda. 

Tu producto o tu servicio satisface una necesidad o un deseo concreto. 

Este es el momento en el que debes ponerlo en todo su valor. Además, existen técnicas para que, digamos, el interés de esa persona por cumplirlo sea más clara.

Como hemos hecho en todo el artículo, ¿volvemos al principio para analizar el primer párrafo con minuciosidad? 

Venga, ponte las pilas: ¿cuál es el deseo que tienes y cómo he desarrollado esas frases para golpearte con la posibilidad de ser la mejor alternativa para satisfacerla?

Lo primero de lo que tienes que ser consciente es que tu deseo no es aprender la Fórmula AIDA. 

Ella es una herramienta para tu verdadera meta: persuadir a tu cliente para obtener mejores resultados. Por tanto, la idea que tiene que sobrevolar de manera constante a este texto es que esta herramienta te permitirá potenciar tus ingresos.

Me gustaría decirte que el deseo en este texto se encuentra en un determinado punto, pero la verdad es que está presente desde el primer hasta el último momento del párrafo inicial.

Desde ese instante te estoy hablando de persuadir, de conseguir mejores resultados, de ser capaz de estructurar tu texto con las herramientas adecuadas. Por tanto, ha estado presente en el mensaje de manera constante.

Pero, ¿qué puedes hacer para potenciar todavía más el deseo de tu lector? Hay maneras de lograrlo:

  • – Emplea la prueba social. ¿Qué piensan otras personas de tu producto o servicio? ¿Cómo les ha cambiado la vida? Si a otras personas como él les ha funcionado, ¿por qué no lo haría en su caso?
  • – Juega con la prisa. Los seres humanos tardamos en tomar decisiones, por ello es tan importante ayudar a hacerlo. De esta manera, si juegas con la prisa, con las existencias que se agotan y con un tiempo máximo, potenciarás la acción de cada persona

¿Y qué tienes que saber de la última A?

¿Sabes cuál es el problema que tenemos los copywriters, las personas que desarrollan páginas web y, en general, cualquiera que prepara una página web sobre la que levanta una parte fundamental de su negocio? 

Tendemos a pensar que nuestros lectores son muy inteligentes y construimos páginas web con esa idea errónea en la cabeza… y, claro, después lo pagamos.

Como acabas de leer: preparar todo sobre la idea de la inteligencia de tu lector es un error garrafal. 

Y con ello no te estoy queriendo decir que esta persona sea estúpida (ni mucho menos, por Dios), sino que aunque tú creas que tu web es tan intuitiva como la forma en la que una pieza de LEGO se coloca sobre otra, la verdad es que se parece más a las instrucciones de un mueble de IKEA.

Pero no te preocupes, pues aquí es donde entra el poder de la última «A».

Ella desempeña un papel fundamental en tu estrategia de copywriting.

 Consiste en la Llamada a la acción, el Call to Action —que se dice en jerga de marketer y que siempre queda mucho más chula de escribir en un artículo—.

Este último punto de la Fórmula AIDA emerge de la intención de ofrecer a tu lector una guía sobre qué queremos que haga en todo momento. Aunque te pueda parecer absurdo, piensa por un momento: ¿cómo va a saber qué esperamos de él o que puede contratarnos si no se lo dejamos claro desde el primer momento?

Por ello, llegados a este punto, tienes asegurarte de una manera u otra de que conoce cuál es tu intención con respecto a su comportamiento.

En este caso ha sido muy precisa. Te he pedido que si querías descubrir cómo potenciar el poder encandilador de tus textos, siguieras leyendo este artículo, y el hecho de que ahora mismo tengas posada tu mirada sobre estas palabras implica que ha tenido efecto.

Así que ya sabes. Nunca dejes nada al azar. Jamás des nada por supuesto. Resulta fundamental que siempre apoyes la lectura del lector y sus gestos con la fuerza de tu copywrting.

¿En qué contextos puedes utilizar la Fórmula AIDA?

¿En qué contexto utilizarías un tanque durante un asalto? 

Si tuviera que contestarte yo a esto, ni idea, pero si algo me quedó claro de jugar al Age of Empires cuando era pequeño, es que cada fuerza bélica desempeña su labor con precisión en una determinada situación, así que de nada sirve emplear matar tu fuerza en matar moscas a cañonazos si disponemos de la oportunidad de actuar con la precisión de un cirujano.

Por ello te puedo asegurar que existen diferentes contextos en los que potenciar la fuerza de tus palabras es mucho más posible.

  • – El primer párrafo de tus posts. Tal y como lo he hecho yo en este artículo, sin ir más lejos. En este punto la fuerza de tu mensaje radica en captar la atención de tu cliente potencial y lograr que siga leyendo aquello que has escrito. En pequeñas distancias, la Fórmula AIDA funciona.
  • – El copy de tus redes sociales antes de colocar un enlace. Cuando publicas un link en tus redes, el objetivo está en lograr que la persona que lea tus palabras haga clic en el mismo, ¿no? Por tanto, como si se tratara de un primer párrafo de un artículo, persuádeles para que hagan clic en tu publicación.
  • – Antes de un botón en una página web. Si la meta es captar la atención e incitar a que se realice una determinada acción, ¿cómo no utilizarlo sobre un botón de tu página web? Imagina que te encuentras en una landing y quieres que la persona en cuestión pulse en el botón que has preparado con tanto mimo y en el que tu microcopywriting brilla por su trabajo. Emplea la Fórmula AIDA y capta su mirada.

¿Por qué la Fórmula AIDA es ideal para comenzar a trabajar tu técnica de copywriting?

Cuando comienzas tu aventura como copywriter descubres una dolorosa realidad: en este mundo no basta con escribir bien, sino que, además, necesitas aprender y dominar una serie de técnicas para ser capaz de encandilar a tu cliente.

Buscas información en internet y la inmensa cantidad de respuestas que aparecen asusta. Te entra ansiedad, lees como un loco y piensas que jamás serás capaz de enamorar de la misma manera que esos expertos que aparecen delante de tus narices.

No te preocupes. Nos ha pasado a todos y nos seguirá ocurriendo a cada uno de nosotros. Supongo que es ley de vida, o algo parecido. Lo importante es que no te bloquees y que encuentres un momento con el que empezar a trabajar tus palabras. La Fórmula AIDA puede ser la ideal.

Como has visto, está construida sobre solo cuatro conceptos que son fáciles de comprender. El hecho de que su poder se encuentre en pequeños párrafos te permite desarrollar todas las pruebas que necesites en muchos apartados. Por tanto, no tienes excusa para no disfrutar del poder del copywriting en tus manos.

Espero que te haya gustado esta pequeña guía sobre cómo sacarle todo el partido a la Fórmula AIDA. Ya sabes que un gran poder conlleva una gran responsabilidad, así que ha llegado el momento de que te atrevas a utilizarla de una manera efectiva.

Si quieres aprender cómo sacarle partido, esta es solo una pequeña muestra de lo que hablamos en el Curso de Copywriting.

Te espero allí con muchas, muchas ganas de ayudarte a escribir esos textos que dejarán al Lobo de Wall Street en pañales.