Lo has logrado.
Has conseguido que tu cliente potencial te mire.
Lo tienes justo ahí.
Con los ojos clavados en tu publicación.
¿Y ahora qué?
Si en el apartado anterior te he comentado que tu imagen era solo un reclamo, ahora llega la parte de que de verdad marca la diferencia: el texto.
Copywriting, calienta que sales.
Por lo menos si quieres más resultados que uno de esos likes que no llevan a ninguna parte.
Si quieres convencer a tu cliente para que pase a la acción, una imagen jamás será suficiente.
Necesitarás macerar sus dudas y limar sus reticencias con una serie de frases que le convenzan de que se encuentra en el momento adecuado.
Así que calienta los dedos, que toca teclear.
Jamás subestimes el poder de un buen texto persuasivo.
¿Cuál es el objetivo de la primera frase de tu texto?
Si te fijas, Instagram solo muestra la primera frase de tu texto antes de un botón para abrir todo tu contenido. El famoso Leer más.
Bueno, en algunas ocasiones en las que se siente generoso llega a sacar, incluso, dos. Pero no te puedes jugar tus resultados a tirar una moneda a cara o cruz.
Ya sabes lo que decía Einstein: Dios no juega a los dados. Mark Zuckerberg tampoco.
Por tanto, esta primera frase es la más importante de todo tu texto. De ella dependerá que tu cliente continúe leyendo o salte a la siguiente publicación.
Entonces, ¿sabes cuáles son los motivos que llevan a un cliente a pulsar en el botón de leer más?
Solo hay dos razones por las que una persona toma esta decisión:
- Siente curiosidad o interés por el tema del que estás hablando.
- Ya te conocen y confían en el valor que aportarás.
Como el segundo punto solo lo puedes conseguir a base de trabajo, es importante que al principio te centres en el primero.
Instagram es un reto mucho más grande de aportar valor. Necesitas aprender a canalizar la atención de tu cliente hacia los puntos que a ti te interesen.
¿El lugar para empezar? Esta primera frase.
Si construyes una frase potente y que anime a seguir leyendo, habrás dado un paso de gigante en tu misión persuasiva.
¿Cuál es la meta del resto del texto?
Tu misión continúa cuando pulsen el botón de leer más. ¡Así que no bajes la guardia, soldado!
El siguiente objetivo es acompañarlos a lo largo de todo tu texto persuasivo para que lleguen al final.
Durante este proceso tendrás que poner en práctica todos los recursos de escritura persuasiva que conozcas para mantener su atención.
¿Por qué?
Porque una vez que llegue hasta el final habrás colocado tu CTA.
Es decir, tu llamada a la acción.
Un pequeño texto en el que le cuentes cuál es el siguiente paso.
Lo sabes. La primera regla del copywriting es acompañar siempre a tu cliente para ponerle las cosas fáciles.
Si se ha leído todo el texto que has lanzado, ¡lo mínimo es decirle cómo debe continuar!
Tendrás que contar con la gran dificultad de Instagram: no puedes poner enlaces. Así que tendrá que ser una pequeña orden que le indique dónde está la siguiente baldosa amarilla.
Por qué nunca has de usar hashtags en esta frase
¿Sabes cuál es el problema que tienen los hashtags?
Que si los pulsas se marchan.
Y tú lo que quieres es que continúe leyendo, ¿verdad?
Entonces, los hashtags no deben estar colocados en esa primera línea.
Nunca. Jamas. Ever and Never.
Supongo que estarás pensando que los hashtags son importantes y que ellos son la clave para posicionar tus contenidos.
Y tienes razón.
No obstante, hay que colocarlos de manera inteligente.
Por eso ves a tanta gente poniéndolos al final.
Si tu objetivo es que el cliente se quede hasta el final, no le des la oportunidad de irse antes.
Tres recursos para que abran tu primera frase
Si quieres potenciar al máximo ese primer impacto que puedes tener en el cliente, existen tres técnicas que te permitirán captar su atención.
- Frase potente.
- Pregunta.
- Afirmación importante.
¿Quieres que profundicemos en cada uno de ellos?
Frase potente
Si tu frase es tan poderosa que la persona necesita pulsar en el botón de leer más, habrás triunfado.
El objetivo es darle a tu cliente potencial un motivo para abrir esa cajita y descubrir el mundo que se esconde en su interior.
Solo hay dos razones por las que tu cliente pulsa: curiosidad o porque ya te conoce.
El segundo caso se trabaja cada día, pero el primero depende de que pongas todo lo que tienes en esta frase.
¡Despiértala!
Pregúntale
Si ya lo decía Sócrates. La mejor manera para persuadir a una persona es a través de las preguntas.
Una pregunta es una herramienta muy poderosa para despertar la curiosidad de tu cliente potencial.
Si las fórmulas en el momento adecuado conseguirás que te preste atención suficiente para que siga leyendo.
Afirmación importante
La sorpresa siempre juega a tu favor.
Hazle la pregunta adecuada en el momento preciso y conseguirás que haga clic.
Necesitará saber qué le tienes que contar.
Para esto es muy importante que conozcas a tu cliente potencial a fondo y que entiendas cómo piensa.