Todos tenemos uno de esos días.
Esos en los que estás delante del ordenador y te sientes incapaz de unir dos frases derechas.
Y mira que lo intentas, ¿eh? Pero mucho que tecleas todo suena extraño.
Te lo confieso. Para mí también es uno de esos días.
Así que te quiero pedir perdón de antemano por si este post parece escrito por un mono borracho.
Es como me siento, después de todo.
En lugar de haber guardado el ordenador y haberme centrado en cualquier otro tema, he preferido contarte cómo me enfrento yo a los días así cuando tengo que escribir sí o sí.
¿La verdad?
Netflix es siempre mi inspiración. Pero no sus series o películas, sino sus campañas…
Aunque te admito que todos sus documentales me encantan.
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El copy ya no es lo que era…
Hasta en el mundo del copy existe ese sentimiento de que todo tiempo pasado fue mejor.
Hoy estaba leyendo un artículo que decía que el copy de los años 80 era mucho más agresivo que ahora. Y es verdad. Por ejemplo, Joe Sugarman llamaban idiotas a sus clientes en la cara ¡y nadie se escandalizaba!
Ojalá alguien planteara una campaña así en pleno 2020. Me haría palomitas para ver las reacciones por Twitter.
Sin embargo, todo esto no quiere decir que no existan empresas que se atrevan a ir un poquito más allá con su copy.
Netflix es una de ellas. Por lo menos en cuanto a campañas físicas. Cada vez que promociona una serie o una película se lía.
Y por eso me encanta.
Las 3 campañas de Netflix que más han dado que hablar
- Oh blanca Navidad.
- Fe de etarras.
- La realidad siempre supera a la fricción.
¿Te suenan?
Son las campañas de Narcos, Fe de etarras y Sex Academy, respectivamente.
Narcos
La campaña de Narcos es una de las más interesantes que se ha planteado nunca. Me acuerdo que muchísima gente puso el grito en el cielo.
Por si acaso no lo has pillado, déjame decirte que la blanca Navidad es una metáfora de la cocaína. Este preciado bien en el que es un experto el protagonista de la serie.
Su cartel colocado en mitad de Plaza del Sol consiguió que los más puristas llegaran a denunciar y todo.
Todo el mundo supo de su existencia.
Fe de etarras
Netflix sabía que el título de esta película daría mucho de lo que hablar. Así que se empeñó en darle todavía más visibilidad por si acaso alguien se lo perdía. Ya ves todo lo que hacen por ti.
En España tenemos una especie de tabú a la hora de hablar sobre ETA. Parece que es mejor hacer como que nunca ha pasado. Pero bueno, es que aquí somos mucho de no mirar atrás, aunque haya heridas.
Y como en Netflix son unos cachondos decidieron utilizar ese silencio a favor de su marketing.
Se les llamó de todo. La película era más bien regulera. Pero consiguió que hasta yo, que no soy mucho de cine, la viera.
La realidad siempre supera a la fricción
Esta campaña es un poco diferente a las demás.
En lugar de estar centrada tan solo en un mensaje, Netflix lanzó varios copys que se distribuyeron por zonas visibles de las grandes ciudades:
- Carteles.
- Marquesinas.
Cualquier persona podía encontrarse con los mensajes subidos de tono de la serie más caliente de la plataforma.
Normal que diera de lo que hablar.
Tanto, que yo le llegué a dedicar un podcast y todo. Te lo dejo por aquí para que puedas escucharlo.
¿Por qué funcionan tan bien estos mensajes de Netflix?
La clave está en que funcionan contra las cuerdas. Como diría algún amigo que tengo en mente: se atreven a mearse fuera del tiesto.
Netflix es muy consciente de la trascendencia que tendrán sus mensajes y por ello están dispuestos a asumir todas las crítica que puedan suscitar.
Saben que el impacto en visibilidad con este tipo de campañas será mucho mayor que la cuota de indignados.
¿Tú te atreverías con un copy pasado de revoluciones?
Si la rentabilidad es proporcional al fracaso, la visibilidad tiene que serlo al riesgo.
La única manera de conseguir que tu campaña destaque es ser distinto y en algunas ocasiones eso puede implicar ir un paso más allá que el resto.
Por lo que la pregunta es: ¿estarías dispuesto a hacerlo?
Está claro. Exponerte de esta manera tiene sus riesgos. Pero, ¿son más altos que ser uno más en la ciudad?
Piénsalo.
Seth Godin, uno de los mayores expertos en marketing de nuestro tiempo, lo tiene claro. Es mucho más peligroso ser uno más que tratar de destacar.
Así que te quiero formular una pregunta. ¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar por tu marca?
