¿Te acuerdas de que hace unas semanas te comenté que había tenido la loca idea de acercarte el copywriting desde diferentes perspectivas? Pues, mira, yo te pido ya perdón, pero es que puede que se me acabe de ir la cabeza para siempre. No obstante, tengo que advertirte de que yo soy graduado en Derecho y de las secuelas de esa carrera no se sale. Para sobrellevar mi mono jurídico me he propuesto acercarte los (no) aprendizajes para el copywriter desde la Constitución Española.
Constitución Española: ese campo de cultivo para el copywriter
Sé que hasta este punto es posible que todo te parezca muy extraño, pero si me das la oportunidad te prometo con todo mi corazón que puedo convertirlo todo en una realidad más extravagante todavía.
Después de leer varias publicaciones jurídicas —porque de esta adicción no se sale— y encontrarme en ellas con referencias a artículos de la Constitución Española, se me encendió la bombilla y dije ¿por qué no utilizar el lenguaje tan pomposo de nuestra Carta Magna para acercar el copywriting?
Y, bueno, pues que aquí estoy, contigo, tratando de utilizar un cuerpo legal para ayudarte a mejorar en tu copywriting. Parece ciencia ficción, pero no, solo soy yo. Alguien que hace mucho tiempo que ha renunciado a ser estable mentalmente.
¿Te gustarían más contenido de esta clase?
Sé que este tipo de vídeos pueden suponer una pasada de frenada considerable, pero también soy consciente de que me divierto tanto preparándolos que no quiero dejarlos. Así que, aunque sea por la cortesía que se le sobreentiende a un sitio web, quiero hacerte partícipe de la decisión. ¿Te gustan?
Si es así, te animo a que, ya que estás, me dejes otras ideas locas que pueda utilizar para acercar el copywriting. Como ves, estoy dispuesto a todo, así que lánzate a la piscina sin miedo.