Secretos de Florentino Pérez

Las lecciones persuasivas de Florentino Pérez (y unos audios)

Florentino Pérez está siendo la comidilla del verano.

Nunca he sido demasiado futbolero, pero me he enganchado más al culebrón de los audios que a cualquier serie de televisión.

Eso decía Tito Floren del Grupo Prisa. Y Dios sabe que no tengo nada en contra del Grupo —salvo que no me contrataron para Santillana en su día—, pero me ha impresionado la naturalidad para insultar.

Para insultar a todo el mundo, vaya.

Sobre todo porque aquí hay más lecciones de copywriting, persuasión y venta que en la mayoría de las formaciones que encontrarás por internet.

Año 2003.

El Real Madrid gana la Liga Española y Florentino Pérez le comunica a Vicente del Bosque —el entrenador— que se va a la p*** calle.

Si me hubieras preguntado hace unas semanas te habría dicho que seguramente se lo dijo de manera más jovial, pero viendo cómo está el patio…

Total.

Que como a los jugadores no les hizo gracia, montaron una revolución comandada por Fernando Hierro.

Por si no le recuerdas, Fernando Hierro es el entrenador que nos llevó a hacer el ridículo a Rusia hace unos años en el Mundial.

Bueno, volvamos a la historia.

Fernando Hierro se presentó en el despacho de Florentino Pérez y le dijo que si despedía a Vicente del Bosque ningún jugador de la plantilla iría a Cibeles a celebrar el título.

—Pues Vicente se va, pero tú también te marchas.

Así que levantó el teléfono, llamó a Raúl y le informó que de ahí en adelante era el capitán del equipo.

A Raúl se le pusieron de corbata. Lo mismo que al resto del equipo. Se fueron todos de fiesta menos Fernando Hierro.

Demuéstrale que te da igual lo que decida

Mi novia me cuenta siempre que utilizó tácticas para ligar conmigo. 

Que dejó de hablarme durante un par de días para tenerme en vilo y que tuviera más ganas de charlar con ella.

Yo de esto no me acuerdo, pero si ella lo dice será verdad. En esta casa, todo lo que dice siempre es cierto.

Es la misma estrategia que usó Florentino.

Si quieres que tu cliente te compre, demuéstrale que tienes la sartén por el mango. Que si no quiere seguir hacia delante, te da igual.

Si Florentino se había cargado a Hierro, Raúl sería el siguiente. Y en mi caso, sé que nunca tuve escapatoria.

Cuando negocio por primera vez con clientes siempre adopto esta actitud. Si no quieres trabajar conmigo, ahí tienes la puerta.

No es arrogancia. No es mirar a nadie por encima del hombro. Es persuasión. Copywriting. Ventas.

(Y sobre todo el privilegio de tener suficientes clientes para llegar a final de mes y que un cliente no me marque la diferencia).