Seguro que tú también tienes un anuncio que te ha marcado para toda la vida.
Una pequeña historia de pocos segundos que viste en televisión y que recuerdas a la perfección.
De pequeño me pasaba tanto tiempo delante de la tele que vi muchísima publicidad. Muchísima. Y de hecho había canales como Fox Kids con los que disfrutaba en sus pausas.
Cuando eres original y ofreces la publicidad adecuada en el momento preciso, todo fluye.
Pero hoy no te voy a hablar de anuncios infantiles. Eso lo dejo para otro artículo. El protagonista de hoy es MasterCard y esa famosa campaña que tú ya tienes en la cabeza.
Un anuncio tan famoso que en el colegio llegamos a inventar juegos. El eslogan Hay cosas que el dinero no puede comprar. Para todo lo demás MasterCard caló entre nosotros.
Índice de contenidos
¿Qué es un eslogan?
Un eslogan es una frase que refleja los valores de una empresa y cuyo objetivo es ser recordada por el cliente potencial.
Quiere que siempre que su cliente la escuche sea capaz de evocar la marca. Así que busca ser memorable.
Construir uno es una tarea muy complicada y por ello el mundo del copywriting ha tratado de dar unas pautas que sirvan como guía.
Y como te puedes imaginar, MasterCard incumple todas ellas.
Por eso funciona tan bien.
¿Cómo ha de ser un buen eslogan… según la teoría?
Si buscas en internet y en cursos información sobre cómo ha de ser un gran eslogan te dirán lo siguiente:
- Corto. Que tenga entre 2 y 5 palabras.
- Una frase que sea sencilla y fácil de recordar.
- ¿Es pegadizo? Mejor. Si fonéticamente lo recuerdan es un punto a favor.
- Directo. No des vueltas. Dile cómo le ayudarás.
¿Ves alguna de estas propiedades en MasterCard?
MasterCard no cumple ninguna de estas recomendaciones
Hay cosas que el dinero no puede comprar. Para todo lo demás, MasterCard.
Lo primero que te llama la atención es que ni siquiera es una frase. ¡Son dos! Lo que implica que ni tiene 5 palabras, ni es sencillo y mucho menos pegadizo. ¿Directo? Tampoco. Da una vuelta para llegar al final.
Me atrevería a decirte que MasterCard es el antieslogan. Exactamente lo que no se enseña en las escuelas de copy.
¿Quiere decir esto que todas las pautas que te dan son erróneas?
Para nada. Estas pautas funcionan. Mira los eslóganes de Nike, Adidas o McDonalds. Todos las cumplen.
Pero hay excepciones. La típica que confirma la regla. Y este es el caso de MasterCard. De hecho, es un eslogan tan distinto que por eso lo recuerdas.
Para romper las reglas de copywriting primero hay que dominarlas.
La increíble historia del antieslogan de MasterCard
La historia de cómo surgió este eslogan también es interesante.
Esta campaña surgió en el año 1997 y se emitió hasta en 98 países en 46 idiomas diferentes.
Te puedes imaginar los malabares que habrán hecho para que el eslogan suene bien en todos los idiomas.
Fue emitida por primera vez en el intermedio de un evento deportivo. Y aunque luego hubo muchas variantes, la primera es la que recuerdes: un padre le compra un perrito caliente y una bebida a su hijo en un partido de béisbol.
Pero, claro lo que de verdad merece la pena de ese momento es el tiempo compartido entre padre e hijo.
¿Por qué funciona la campaña de MasterCard y el eslogan se recuerda?
Porque apela directamente a las emociones.
MasterCard te está vendiendo todas las emociones que puedes vivir. Ellos solo son un mecanismo para lograrlo.
Si te das cuenta, sus anuncios siempre están relacionados con recuerdos o sensaciones. Desde deportes hasta momentos familiares.
Juegan con la nostalgia y esta es una llave del éxito.
¿Cómo replicar el éxito de MasterCard?
Lo primero que debes saber es que saltarte las reglas no te llevará siempre a conseguir un éxito inimaginable.
Pero a veces tendrás una idea loca en la mente que querrás probar. ¿Y sabes qué? Tendrás que hacerlo.
Mi consejo es que siempre conozcas al dedillo las reglas. Eso es lo que te permitirá romperlas con cabeza.
Pero a veces hacer lo contrario al resto, da muy buenos resultados.
Las 5 claves para que puedas pasar a la acción
- Para romper las reglas primero hay que conocerlas.
- Si tienes una idea que parezca una locura, piensa en cómo puedes lanzarla para que impacte.
- La estrategia de MasterCard funciona porque ataca la nostalgia. Las emociones son la puerta a la persuasión.
- Desde 1997 han jugado con ese tema como elemento central de su comunicación y lo han convertido en su principal baza.
- Esta es la excepción que confirma la regla. Al principio trata de seguirlas y después empieza a tirar de intuición.
MasterCard es uno de esos ejemplos donde merece mucho la pena mirar porque te ayuda a entender que no todo está escrito.
Cada marca debe tener su propio tono y la manera de entender su realidad para conectar con sus clientes.
¿Qué es eso que hace único a tu proyecto?