Repetimos lo que nos dicen como si fuéramos papagayos.
Ahora la moda está en decir que los lanzamientos no funcionan.
Como si solo existiera un tipo de lanzamiento y como si cada propuesta en el mundo fuera igual que la anterior.
Paparruchas, como diría el Tío Gilito en la versión de Disney de Canción de Navidad (me encanta esa versión).
Michael Jordan siempre decía que no había buenos o malos balones, tampoco mejores o peores canastas.
Lo que había eran mejores o peores jugadores, equipos y estrategias a la hora de poner el balón en la red.
En el caso de todas estas personas que repiten como si fuéramos loros, jugadores y equipos están a la altura.
Normalmente, lo que falla es la estrategia. Y sin plan, mal vamos.
Cuando sacabas a jugar a un equipo de pivots y les pides jugar en el interior de la zona, vas a perder, pero cuando les pones a tirar de tres…
Bueno, tienes los Golden State Warriors.
Perdona por el discurso de baloncesto. Está siendo una semana tan intensa que me estoy quedando de reojo de madrugada viendo algún partido mientras termino el trabajo.
Y eso no es ni bueno ni malo.
Simplemente es.
De hecho, no quieres saber a qué hora estoy acabando de redactar este correo porque te volverías completamente loco.
O pensarías que yo lo estoy.
Dentro de poco haremos en el canal de Telegram una sesión para hablar de tipos de lanzamientos.
No nos vamos a volver locos, tan solo a entender los diferentes tipos que tenemos entre manos.
Pero es que solo entenderlos puede marcar la diferencia entre conseguir o no conseguir resultados.
Si intentas hornear un pastel con una sartén irá mal, pero cuando descubres el horno…
