5 errores redactando anuncios

5 errores que puedes evitar hoy en tus anuncios

Cuando empecé como copywriter, me aterraba escribir copy para anuncios.

A diferencia de una página web o de un email donde puedes tener algo de práctica por tu parte, en el tema de los anuncios solemos llegar bastante pez.

De hecho, es probable que ahora mismo estés leyendo este artículo por algo parecido…

Por ello, en este pódcast descubrirás los 5 grandes errores que yo mismo he cometido como copywriter.

¿Vamos al lío?

Los 5 grandes errores en los anuncios que he cometido como copywriter

Mira.

Hoy hablamos de pequeños detalles.

Igual que marcan la diferencia entre una buena o mala cita, también lo hacen con unos anuncios.

Porque el problema no está en cómo los ejecutamos, sino en unos pequeños vicios que llevamos de base.

Si los corriges hoy, mañana estarás más cerca de tus objetivos.

#1 Tu cliente no es tonto: trátale como una persona inteligente

Este es uno de los errores que se cometen más a menudo.

Pensamos que nuestro cliente es tonto y por eso le masticaos las respuestas que le queremos dar.

Mira.

Como decía Ogilvy, el cliente no es tonto, el cliente no es tu mujer.

(Hoy puedes actualizar este mensaje sin problemas).

Asegúrate de que estás tratando a tu cliente con el respeto que se merece una persona que está a punto de comprarte.

No trates de engañarle.

No le edulcores la solución.

Crea una relación de confianza.

La confianza vende.

#2 No colocar enlaces en el texto (en Instagram no funciona)

Más no es siempre mejor, pero si queremos un clic, se lo debemos poner muy sencillo.

Aunque depende del tipo de anuncio que estés escribiendo, es interesante que te plantees tres posibles lugares donde colocar tus enlaces.

Tres lugares que no son excluyentes.

Darle la oportunidad de saber más desde el principio es una oportunidad para captar esos clics de personas que vayan por la vida con mucha prisa.

Colocarlo justo después del beneficio principal te ayudará a que cuando visualicen el cambio lo puedan pulsar sin pensárselo dos veces.

Y, por último, dejarlo para el final, siempre es una buena opción. Si alguien ha leído todo lo que le has contado, interés tiene.

Eso por lo menos.

#3 Enviar a todo el mundo el mismo mensaje

Aunque sepas quién es tu cliente, estoy convencido de que no todos ellos se encuentran en la misma situación.

Aprender a diferenciar entre tráfico frío, templado y caliente para determinar qué mensaje le envías es básico para conseguir resultados.

De hecho, te animo a que lo tengas en mente desde el instante en el que comiences con la investigación.

Analiza y estudia con la cabeza dándole vueltas ya a estos tres objetivos. 

Si te acostumbras a pensar así, lo tendrás todo mucho más claro.

#4 Pensar que a la primera va la vencida

Ojo.

Igual preparas una campaña de escándalo que lo esté reventando nada más empezar.

Pero…

Siempre es importante que estés encima de los resultados de las campañas para lanzar las optimizaciones en el mensaje que te ayuden a mejorar esos resultados.

¿Mi consejo?

Prepara unos primeros mensajes potentes, pero tampoco le des demasiadas vueltas.

Lánzalos e identifica qué funciona mejor.

Optimiza esos mensajes y aumenta los enfoques de esos ángulos.

Hoy en día tenemos números para probar rápido.

#5 Querer reinventar la rueda a diario

Una de las lecciones más importantes que yo mismo aprendí.

Durante mucho tiempo pensé que cada campaña que hiciera debía de ser revolucionaria, pero…

¿Qué sentido tenía?

El objetivo no es dar siempre un golpe sobre la mesa, sino asegurarle resultados a tu cliente.

Que para eso te paga.

Por lo tanto, analizar por qué están funcionando las campañas de sus competidores e inspirarte en sus metas, te puede dar muchas alegrías.

Escúchame.

Como ves, esto son solo 5 errores que se cometen de forma habitual.

Evitarlos es sencillo y solo necesitas pasar a la acción.

¿Vamos al lío?