¿Apple o Android? ¿Real Madrid o Barcelona? ¿Nintendo o Sony?
Estas son algunas de las decisiones que en algún momento muchas personas toman para decantarse por uno de los dos bandos.
O uno u otro.
Y es que en un contexto de venta de productos y de servicios de entretenimiento, se ha conseguido polarizar de una manera que sirva para explotar un rasgo humano llamado el Sesgo de Pertenencia.
Es decir, una tendencia humana a querer ser una parte de algo más grande que ella mismo y que le permite, bueno, pues sentir que lo que está haciendo en su vida tiene un sentido mucho más allá.
Entonces, si consigues que tu producto o tu servicio genere esta sensación de pertenencia por ser algo que represente los valores de tu cliente, no solo lo vas a vender algo, pasar a tener fidelizado a un público concreto.