Imagina…
Imagínate que te despiertas y tienes un día intenso por delante.
Que miras el calendario y tienes ahí puestas todas las reuniones que te puedas imaginar.
Imagínate que suspiras.
Que te dan ganas de volver a la cama y que te da más pereza el día que seguir hacia delante.
¿Lo has imaginado?
Cuando emprendes, hay días que se te van de las manos.
Sobre todo esta semana que está todo el mundo pensando en quitarse los marrones de encima.
También por mi parte, que estoy más pendiente de acabar todo e irme el fin de semana de vacaciones con tranquilidad que de medir cuánto hago cada día.
Ahora imagínate que te digo algo más.
Que hoy me puedo «quejar» de alguna reunión, pero que en realidad me lo estoy pasando como un enano.
Que te gusta el rock and roll y que aunque se te caen los ojos del sueño, disfrutas de semanas controladas así.
¿Lo has imaginado todo?
No adelantes: pasito a pasito se construyó Roma
Adelantar solo te lleva a la ansiedad y tener ansiedad al lado oscuro.
Un lado en el que tu proyecto se convierte en un villano al que derribar a diario y que te impide disfrutar como un enano del proyecto que tienes entre manos.
Y como siempre te digo, ya que has emprendido, casi que vamos a aprovechar para disfrutar.
¿No crees?
Y aprovechando para disfrutar, vamos a saborear cada momento.
Cada reunión tiene su toque especial.
Cada trabajo tiene su historia particular.
Hasta cada cabreo puede tener un pequeño sabor dulce que nos mueva.
Busca tu punto de inflexión: foco y a por ellos
Cuando me enfrento a jornadas así, hay momentos en los que me pueden los nervios.
Bueno.
No son nervios como tal.
Es más una pequeña sensación de «este instante está pudiendo conmigo y me gustaría irme al sofá a descansar».
Pero me he dado cuenta con el tiempo de algo.
En todos estos días puedes llegar a un punto de inflexión.
Un punto de inflexión en el cual el estrés se queda atrás y la mente se centra solo en disfrutar.
Un momento al que solo puedes llegar cuando te alineas con el trabajo y pones a tu mente a funcionar.
Como te puedes imaginar, no se da si estás viendo vídeos en YouTube o los resúmenes de la NBA.
Pero si te pones delante del papel, llega.
Y cuando ese momento llega, ponte a disfrutar.
¿Te falla la motivación? Mira tu calendario
Sobre todo en estas fechas.
Seguro que tienes pronto algún día especial por el que merezca la pena luchar, ¿verdad?
Céntrate en él y saca de ahí las fuerzas.
Solo necesitas un poco más de compromiso y llegarás a la meta.