La página de contacto es la gran olvidada de muchísimas webs.
He trabajado con clientes que tenían cuidadas las palabras en todo el resto de páginas, pero que estaba claro que esta se la habían querido quitar de encima rápido.
Como sabes, esto es un error. Pero al tratarse de una de las últimas páginas creadas es habitual que te pueda la pereza.
Sin embargo, se trata del único camino que tiene tu cliente para ponerse en contacto contigo.
Así que si es fea, aburrida, no funciona o no invitaba a contactar estarás perdiendo oportunidades.
¿Funciona? Asegúrate de que te llega cada mensaje
¿Sabes cuál era el problema que tenía en mi página de contacto? Estaba enviando los mensajes a otra persona.
Había escrito mal mi correo electrónico. ¡Pedazo de desastre!
Es fundamental que pruebes el formulario de contacto de tu página para que te asegures de que tú y solo tú recibes los mensajes.
Que cada vez que alguien interactúa, tú lo recibes.
Si el formulario falla, además de perder a potenciales clientes, estarás dando una imagen malísima.
Redacta una introducción amigable para invitar a participar
Esta mañana estaba analizando el copy de una página y me he encontrado con que la pestaña de contacto es solo el formulario.
Una de esas páginas donde puedes ver el cariño en cada apartado, pero también que la pereza ha ganado al llegar al final.
En esta página de contacto no hace falta que sueltes un tocho infumable. Para vender ya tienes el resto de la web.
Pero sí que es interesante que cuente con:
- Una introducción amistosa que invite a participar.
- Un recordatorio de con qué puedes ayudarle.
Y todo ello alineado con tu voz de marca y forma de continuar.
Diles cuánto tiempo tardarás en responder
Es un detalle que parece sin importancia, pero le dará muchísima seguridad a tu cliente.
Si le comentas cuánto tiempo tardarás en responderle estás diciéndole que sí o sí obtendrá esa respuesta.
Yo soy partidario de afirmar siempre un tiempo prudencial que puedas cumplir. Por ejemplo, 48 horas.
Además, tienes que contar con todos los imprevistos que puedan surgirte. Pero raro sería que en dos días no consultaras tu correo.
Organiza tu formulario con el mínimo número de campos posibles
En el copywriting existe una máxima: cuanto más difícil se lo pongas al cliente, menos actuará.
También sucede en los formularios de contacto. Anda que no me habré encontrado casos extensísimos con información que es irrelevante.
Simplifica. Coloca los campos que de verdad sean imprescindibles:
- Nombre.
- Correo electrónico.
En algún momento quizá necesites también el teléfono. Pero con estos dos suele ser suficiente en la mayoría de los casos.
Sobre todo en negocios digitales.
¿Qué pasa cuando pulsan en enviar?
Quiero que hagas la prueba. Pásate por varios blogs y mira el mensaje.
La mayoría son iguales o muy parecidos. Y todos sin personalidad.
Intenta redactar un mensaje distinto y que le ofrezca a quien te ha enviado el mensaje la seguridad de que lo has recibido.
Este cambio es muy simple y puede marcar mucho la diferencia. Basta con que el campo donde diga Tu mensaje se ha enviado escribas Hemos recibido tu mensaje. En menos de 48 horas te responderemos.
Sutil. Pero con un matiz distinto. Con este mensaje le estás diciendo que su mensaje ha llegado. Que no se preocupe.
Y eso cala en el cliente.