¿Te acuerdas de cuando se lanzó al mercado la Nintendo DS?
Fue en el año 2005 y todavÃa tengo la sensación de que fuera ayer. Pero han pasado más de 15 años.
Me acuerdo del dÃa en el que por primera vez escuché hablar de ella. Aunque por aquellos tiempos internet ya estaba muy extendido —y yo me pasaba horas y horas en él—, las noticias me llegaban a través de una revista que comprábamos todos los amigos.
Aunque solo éramos niños de 11 años, ni a mà ni a mis amigos nos hizo demasiada gracia que duplicaran las pantallas de la consola. ¡Nos parecÃa un error!
Sin embargo, con el paso del tiempo y de las noticias que Nintendo fue lanzado, poco a poco empezó a ser mucho más interesante para nosotros.
Las dudas se disiparon tanto, que el dÃa de su lanzamiento me acompañó mi abuelo a un Carrefour a comprarla.
Pero la pregunta es, ¿cómo consiguió Nintendo que comprara el dÃa de salida un producto que al principio me habÃa parecido horrendo?
Nintendo DS y la lucha contra las reticencias ante la innovación
Si te paras un segundo a pensarlo te darás cuenta de que Nintendo lo hizo muy bien.
Desde el dÃa en el que anunció la consola empezó a recopilar muchas opiniones de los potenciales compradores.
Se dio cuenta de que habÃa personas que dudaban. Asà que durante los meses siguientes utilizó su revista oficial y los medios digitales para dar una respuesta a esas dudas.
Poco a poco las personas estuvieron cada vez más convencidas. Y el resultado ya lo sabes. Más de 150 millones de videoconsolas vendidas.
¿Quieres vender? Acaba con las reticencias de tus clientes
Del lanzamiento de Nintendo DS debes aprender que acabar con las reticencias de tus clientes es vital.
Lo más probable es que cuando te descubra su mente sea un mar de dudas. Asà que si utilizas los textos persuasivos de tu web para acabar con ellas sin que ni siquiera tenga que preguntarte, se dará cuenta de que sabes de lo que estás hablando.
De hecho, existe una estructura de copywriting de la que ya te he hablado y que busca precisamente esto. Se llama la Fórmula de las 3 preguntas y tienes una guÃa en el blog.
Cada negocio se enfrenta a unas reticencias particulares
Eso es evidente.
Las personas que compren un kilo de pescado tendrán dudas diferentes a los que estén a punto de comprar una vivienda.
Sin embargo, existen una serie de reticencias comunes que se repiten en todas los negocios y que tienes la posibilidad de arreglar antes de que ocurran:
- No tengo tiempo.
- No tengo dinero.
- No te creo.
- No me va a funcionar.
- No te necesito.
Los textos de tu home y de tu página de ventas tienen que solucionar en la mente de tu cliente cada una de estas reticencias.
¿Existe una fórmula mágica para acabar con cada duda?
Ojalá fuera asÃ, pero la verdad es que no.
La manera de enfrentarse a ellas dependerá de cada negocio y de las dudas particulares de sus clientes.
Lo que yo te recomendarÃa es que te sentaras ahora mismo con papel y bolÃgrafo y pensaras en qué le dirÃas a tu cliente ante cada una de estas preguntas si lo tuvieras delante.
Después solo necesitarás redactarlo de forma persuasiva y añadirlo a la página web.
Tengo todas las respuestas: ¿ahora qué hago?
El siguiente paso es el de adelantarte a tu cliente potencial y colocar esas respuestas en tu página web para que las encuentre antes de preguntar.
Cuando se dé cuenta de que tú le solucionas todas esas dudas que le bailan en la mente cuando está con cualquiera de la competencia, confiará más en ti.
Se dará cuenta de que si conoces todos esos problemas es porque de verdad te preocupa ayudarle.
Apunta las 5 claves para pasar a la acción contra las reticencias
- Tienes que conocer a fondo a tu cliente.
- Cualquier duda, pregunta o cuestión que te hagan, apúntala y guárdatela.
- Existen 5 reticencias muy habituales. ¿Está tu web preparada para darles respuesta?
- Cada negocio es un mundo. Tu solución no es la misma que la de las demás.
- Incluye la respuesta a estos problemas en tu web y aumenta tus conversiones.
Ahora tienes en tu mano todas las herramientas que necesitas para acabar con las reticencias más habituales.
¡Pasa a la acción!
Te toca convencer a tu cliente de que eres el mejor candidato para ayudarle a solucionar su problema.