Menos mal que mi primera reunión con un potencial cliente fue a través de Skype. Te aseguro que si la hubiéramos hecho en persona, jamás me hubieran contratado.
Estaba tan nervioso que me temblaban las manos e incluso notaba que la voz no era firme. me sudaba el cuerpo y estaba tremendamente incómodo en la silla.
Jamás me había reunido en solitario con un cliente, así que no sabía qué tenía que hacer o decir para salir del entuerto.
Lo único que tenía claro es que había que cerrar a ese cliente fuera como fuese y que para ello tenía un plan: dejar que él llevara la iniciativa.
O lo que es lo mismo: escuchar.
Escuchar: la habilidad olvidada que te ayudará a vender
Cerré la venta con aquel cliente.
Fue el primero de varios trabajos que hicimos juntos.
Pero lo más importante no fue el dinero o los trabajos prestados, sino la sensación de que había entendido cómo podía enfrentarme a las reuniones.
Hablando menos. Escuchando más.
El objetivo es que de cada palabra que yo dijera, el cliente hubiera pronunciado cinco.
Y los clientes comenzaron a cerrarse.
Sé sincero: tus clientes lo agradecerán
No solo tienes que escuchar, también has de ser sincero —que no imbécil, pero entiendo que tú ya conoces bien esta diferencia—.
Cuando a un cliente le dices durante una reunión que «está equivocado» o que «su estrategia no es la mejor idea que se te ocurre», sucederá algo muy importante.
Esa persona se dará cuenta de que tienes la valentía de llevarle la contraria y, si es un buen cliente, agradecerá tu sinceridad.
Porque recuerda que a ti no solo te pagan por escribir, sino por encontrar el mejor plan para cerrar esas ventas.
Eso es lo que de verdad hace un copywriter.
Ser capaz de decirle a un cliente que el camino que sigue no es el adecuado, te asegurará granjear una confianza de oro con él.
¿Y si no acepta tu transparencia?
En ese caso, no es tu cliente.
Sé que suena duro, pero alguien que piensa que lleva la razón absoluta solo te traerá problemas de cabeza.
Si sigues sus pautas y funciona, él será el puto mao. Peor como sigas su plan y descarriles, el fracasado eres tú.
Vendrán a pedirte cuentas.
Por eso es tan importante que siempre que tengas algo que decir te lo saques de dentro. Las bombas después explotan.
Comienza con estas dos habilidades y ya hablaremos de más
Esto es solo el principio.
Ahora te toca a ti ponerlas en práctica, respirar bien fuerte y decirme en los comentarios si has notado que mejoran tus resultados.
Además, si te quedas con cualquier duda o con cualquier pregunta, me la puedes dejar en los comentarios y será un placer responderte en menos de 48 horas.
¿Vamos al lío?