«Si quieres romper las reglas, primero debes conocerlas».
No tengo ni la más remota idea sobre quién dijo esta frase por primera vez, pero lo que tengo muy claro es que tenía razón.
Solo quien conoce las reglas de aquello con lo que está jugando tiene la potestad y la capacidad de romperlas de manera correcta.
Y esto también es copywriting.
Vaya si lo es.
Da igual cuál sea el reto al que te enfrentes, seguro que existen sistemas ya creados para trabajar en ellos.
Es jodidamente sencillo que en un primer momento tengas la sensación de pensar «que esa historia ya te la conoces».
Pero antes de experimentar, ten claro que dominas todos y cad uno de los aspectos. Si no, vendrán curvas.
Si tiene ruedas, un motor y un volante, es…
Un coche.
Es un maldito coche.
Un coche que podrá llevarte sin demasiados problemas desde el Punto A hasta el Punto B.
Irá más o menos rápido. Será más o menos seguro. Dejará más o menos de piedra a tus conocidos.
Pero es un coche.
Un coche funcional.
Cuando sigues las bases de cualquier estrategia de lanzamiento estás consiguiendo este resultado.
Ruedas. Volante. Motor.
Una estrategia que te llevará hasta tu resultado, que será mejor o peor, pero te asegurará de cumplir unos mínimos básicos para que estés contento con el trabajo.
Y solo cuando domines esta etapa estarás ante la verdadera perspectiva de montar piezas nuevas en el vehículo.
Desde la base hasta el infinito y más allá
Cuando la semana pasada impartí una sesión de formación, hice muchísimo hincapié en este mensaje.
Entre los presentes había ideas muy buenas. Algunas más y otras menos particulares. Pero buenas al fin y al cabo.
Pero algo que se repetía es que nos empeñábamos tanto en buscar la idea revolucionaria, que al bajarla a tierra no teníamos tan claros los cimientos donde apoyarlos.
Cuando empezamos la casa por el tejado estamos abocados a ofrecer soluciones que en realidad no está buscando nuestro cliente.
Primero conocemos su necesidad. Después construimos la solución.
Si sigues otro orden, rézale al dios de las casualidades.
¿Cuáles son los siguientes pasos?
Siempre busco relaciones a largo plazo con mis clientes por este preciso motivo.
En el primer intento montamos el coche, después lo convertimos en el Delorian.
Antes de experimentar, nos aseguramos unos resultados. Después, iremos a reventarlo.
¿Y tú cómo lo haces?