Teoría de la milla extra

¿Conoces la teoría de la milla extra?

Hubo una vez un atleta que entraba cada día para batir el récord de la maratón y pasar a la historia.

Corría a menudo las 26.2 millas de la prueba para acostumbrar a su cuerpo al esfuerzo y en cada entrenamiento hacía algo especial: sumaba una milla extra.

En el día a día apenas se notaba. ¿Qué importaba una milla más de 26? 

Sin embargo, al final del año había recorrido 365 millas más, lo que le preparó mejor que nadie para la prueba.

Aunque sea más fácil decirlo que hacerlo, la mejor manera de llevar al día los tiempos con cualquier es precisamente esto: una milla extra.

Si en lugar de conformarte con lo que toca a diario tratas de ir un paso más allá, de repente todo cambia.

Pum.

¿Lo has probado alguna vez?

Cuando me marco los objetivos en mi calendario siempre lo hago de la misma manera. «Si llego hasta aquí vale, pero voy a intentar ir un paso más allá».

Y después, pasito a pasito, se consiguen los resultados.

Solo hace falta una milla extra.