Para decir «Sí», primero hay que decir «No».
Tanto 2021 como 2022 fue el momento de decir «adiós» a varios clientes.
Algunos buenos. Otros, no tanto.
Pero lo importante es que ya no estaban alineados con lo que buscábamos.
A veces para decir «sí» a lo que queremos, primero hay que decir «no».
Y ese «no» es una de las cosas más jodidas que hay.
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Los tres ejes para analizar un cliente: ¿qué nota sacan en cada uno?
¿A qué clientes decir que sí? ¿A cuáles es mejor decir que no?
Cada vez que llega un nuevo cliente es importante preguntarse si es o no para ti.
Para ello, suelo usar tres criterios para decidirme —y con el paso del tiempo, preguntarme si quiero seguir trabajando con él—.
Que luego los utilices tú o no, depende ti. Puede que, incluso, quieras sumar otros adicionales.
Lo importante es que construyas un escenario donde te sientas a gusto.
Eje #1: ¿Económicamente es rentable para ahora y el futuro?
Cuando captamos un cliente solemos mirar solo a corto plazo, pero resulta muy interesante analizar también lo que pasará en el futuro.
Vamos a verlo con un ejemplo.
Igual llega hoy un cliente con una propuesta económica muy interesante que me muero por hacer.
Genial.
Pero… si es recurrente en el tiempo, ¿cuánto voy a poder mantenerlo sin que eso condicione el resto de mi clientes o mi vida en general?
Eje #2: ¿Te puede abrir nuevas puertas en el futuro?
Este punto me parece clave.
Hay ocasiones en las que llegan clientes que, quizá, por sí mismos no son tan interesantes, pero sí por las puertas que pueden abrirte en el futuro.
Veámoslo de la siguiente manera.
Te llega Fulanito y te pone encima de la mesa algo que es un marrón.
Tú miras tu calendario y te das cuenta de que puedes comerte ese marrón. No es algo que te apetezca, pero serán solo dos días malos.
No obstante, tienes claro que esa persona puede abrirte una puerta a muchas posibilidades que te gustaría descubrir.
Así que es probable que, de alguna manera, acabe dándote una oportunidad.
Eje #3: ¿Cuánto te molestará a lo largo del tiempo?
Es una de las preguntas más importantes.
Uno de los puntos que más debes de cuidar es tu salud mental.
A lo largo del tiempo te encontrarás con potenciales clientes que serán muy lucrativos, pero que te convertirán en una especie de «esclavo».
No merece la pena.
Tienes que buscar la manera de equilibrar el beneficio económico y el beneficio personal.
Esa es la única manera de poder sacar hacia delante un proyecto de estas características.
Como te contaba, esto es solo mi punto de vista.
Estoy convencido de que hay muchas más alternativas y que tú también tienes tus propias claves.
Me encantaría conocerlas.
Contéstame a este correo explicándome qué tomas en consideración y qué no con tu negocio a la hora de dar el sí.
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