Cómo gestionar el estrés si eres copywriter

¿Ansiedad? ¿Estrés? Cómo gestionarla como copywriter

Trabaja en lo que te apasiona y no trabajarás nunca…

Estoy convencido de que has escuchado esta frase más de una vez, ¿verdad?

Lo sé.

¿Y qué te ha hecho sentir?

¿Motivación? ¿Ganas de pelear por tu pasión?

A mí, personalmente, me parece una de las afirmaciones más jodidas del mundo y la que más te puede alejar de tus objetivos.

¿Sabes por qué?

Porque aunque trabajes en tu pasión habrá día jodidos, otro más oscuros… y serán también parte del viaje.

Así que lo mejor que puedes hacer es aceptarlos desde el principio y saber que si trabajas en lo que apasiona, le pondrás más ganas. Pero seguirás dando el callo como el que más.

¿Cómo gestionar la ansiedad para seguir hacia delante?

Estoy escribiéndote este post como una terapia.

Si te digo la verdad, la última semana ha sido bastante complicada para mí. Se me han cruzado un montón de problemas personales y han afectado a mi vertiente profesional.

Así que por mucho que te digan que hay que separar la vida personal de la profesional, cada una de ellas afectará a la otra.

Pongo la mano en el fuego por ello…

Pero, escúchame.

Ahora que ya lo tienes claro, podemos continuar. El siguiente paso es preparar métodos y sistemas que te permitan trabajar durante esos días con sistemas para descongestionarte y seguir hacia delante.

¿Seguimos?

¿Cómo puedes enfrentarte a estos días tan complicados?

Oye, ¡la pregunta del millón!

Te puedo asegurar que si tuviera una respuesta mágica escribiría un libro para que lo comprara todo el mundo.

Pero por desgracia no es así. Por eso lo que te voy a contar en las siguientes líneas es cómo gestiono yo mi experiencia trabajando para aprovechar estas jornadas.

Sé que no es una fórmula mágica, pero creo que también es interesante.

Mira.

Lo primero que hago esos días es comprobar si esa noche tengo que entregar algo.

En el caso de que sea así, me cercioro de que pueda dejar el resto del trabajo a un lado —ya se preocupará el Carmelo del futuro— y me centro solo en ese cliente.

En el caso de que no tenga una fecha esa misma noche, me enfoco en lo rutinario. Hago programaciones, repaso facturas… todo ese trabajo olvidado que funciona muchas veces con un podcast.

La música es tu gran aliada en los malos días

¿Te acuerdas de que George Lois afirmaba que no se te ha perdido nada en la música mientras escribes un copy.

Pues, oye, es probable que tenga razón. Pero cuando tienes días malos estás pensando poco en el copy y más en sobrevivir.

Ahí es donde entra la música. Hazme caso.

Puede que hoy no vayas a escribir las líneas más bonitas del mundo, pero estoy convencido de que con una canción que te motive conseguirás un resultado para saber que te has esforzado.

¿Un consejo más?


Canta en voz alta y en voz en grito.

Lo agradecerás.

Me doy pequeños premios: siempre está bien cuidarse

La realidad es que siempre a lo largo del día me voy premiando poco a poco.

Leo unas páginas de un libro o me veo los resúmenes de la NBA, que es algo que me apasiona.

Sin embargo, los días malos lo hago todavía más. ¿Sabes por qué?

Porque de esta manera me aseguro de que en todo momento tengo un aliciente para dar un paso más.

Si no, no hay premio. Y es que a mí los premios me encantan.

Me recuerdo que soy una persona y puedo fallar

Esto para mí es vital.

Cuando sufres esa ansiedad y ese estrés es porque sientes que tienes que hacerlo todo perfecto.

Nada más lejos de la realidad.

Eres una persona y esto tiene muchas implicaciones.

Por ejemplo, tendrás días buenos y días menos buenos.

No pasa nada.

Lo importante es hacer cada día lo mejor que puedas… y alguna vez eso implicará huir del papel.

¿Has apuntado los puntos más importantes?

  • Eres una persona: no te machaques.
  • La música puede ser tu gran aliada los días malos.
  • Date pequeños premios para disfrutar del viaje.

Con estas 3 ideas y todo lo que has leído en este post, estarás mucho mejor preparado para tus próximos retos.

Ahora te toca a ti pasar a la acción y ponerte en marcha.

¿Estás preparado?