Hoy te quiero hablar de storytelling mientras me tomo una taza de café contigo.
A diferencia de otros muchos episodios donde te doy un consejos sobre cómo aplicar el copywriting o el storytelling, en esta ocasión solo quiero charlar.
¿Te has dado cuenta de lo que ha pasado durante los meses de marzo y abril? Se ha demostrado lo único que es imprescindible para hacer buena publicidad.
Palabras e historias.
Con actores y equipos creativos teletrabajando, había que tirar de los recursos que funcionan: emocionar.
El storytelling es la puerta a tus clientes
Lo defiendo desde hace muchos años y cada vez lo hago con más ahínco. Las historias son la puerta de la persuasión para tus clientes.
Steve Allen —el autor de Persuasión e influencia— defiende que la mente de tus clientes alterna entre dos fases:
- Fase Alfa. Un estado de actividad en el que repele cualquier argumentación o razonamiento.
- Fase Beta. Se activa con las historias. Las narraciones relajan. El susodicho es más proclive a recibir la información.
Como copywriter o storyteller te interesa tenerle en fase beta y para ello tienes que utilizar el poder de las historias para persuadir.
¿Aprenderemos? Las historias llegan al corazón
Esta es la gran pregunta que ahora mismo me hago. ¿Seremos capaces de ir más allá cuando todo vuelva a la normalidad?
Durante estos días he tenido la posibilidad de inmiscuirme en proyectos que han tirado de los recursos más básicos para crear las mejores campañas.
Quizás ha llegado el momento de dejar de lanzar fuegos artificiales al cielo y empezar a ser más persuasivos por otros medios.
¿Te has quedado con alguna pregunta?
Si es así, tienes los comentarios a tu disposición para formularla. Para mí sería un placer escucharla.
Cuéntame todo lo que quieres saber y te responderé en un plazo de 48 horas.
¿Vamos al lío?